La coalición cristiana formada por unos 70.000 soldados, derrotó a los 120.000 musulmanes del imperio almohade en el norte de la provincia de Jaén. Aquella victoria marcó el declive musulmán e inició de la fase final de la Reconquista.
Batalla de las Navas de Tolosa
Batalla de las Navas de Tolosa
Al-Andalus fué el territorio de la península ibérica bajo el poder musulmán que duro desde el año 711 al 1492, con la capitulación de la toma de Granada por parte de los Reyes Católicos.
Al-Andalus en el año 732, en su mayor extensión.
A lo largo de los siglos, de norte a sur, las tropas cristianas libraron muchas batallas durante el periodo conocido como la Reconquista. El comienzo de este periodo fue la batalla de Covadonga, donde Don Pelayo derrotó a un ejército musulmán en las montañas del norte de Iberia y estableció el reino cristiano independiente de Asturias. Pero el avance a lo largo de los siglos fue difícil, lento y tortuoso, conquistando grandes extensiones de terreno a los musulmanes y perdiéndolos años después.
El principio del fin del mundo de Al-Andalus en la península ibérica se produjo tras una victoria decisiva por parte cristiana el 16 de Julio de 1212 en los alrededores de Navas de Tolosa, en la actual provincia de Jaén.
Península ibérica en 1212.
Había entonces cinco reinos cristianos peninsulares: Castilla, con Alfonso VIII a la cabeza; León, con Alfonso IX; Portugal, con Alfonso II; Aragón, con Pedro II; y Navarra, con Sancho VII. Todos ellos, en disputa continua por territorios y privilegios. Entre 1206 y 1212, los reinos cristianos convencieron al Papa Inocencio para que proclamase la Santa Cruzada contra el Imperio Almohade, gobernador en Al-Andalus. En esta época, los reinos cristianos europeos estaban luchando en la 4º cruzada, intentando reconquistar Tierra Santa. Muchos caballeros y soldados de fortuna europeos acudieron a la llamada de la guerra contra el infiel en la península y el Rey de Castilla Alfonso VIII, consiguió reunir una fuerza considerable para la época, en torno a los 27.000 hombres, siendo de estos unos: 18.000 castellanos, 8.500 aragoneses al mando de su rey Pedro II, 200 navarros a las órdenes de su rey Sancho VII y 300 voluntarios portugueses, leoneses y ultramontanos. Partieron de Toledo en Mayo de 1212 y tras cruzar Despeñaperros se encontraron frente al ejército árabe, separados únicamente por la llanura de las Navas de Tolosa.
Disposición de la batalla.
Castilla | Aragón | Navarra | Ultramontanos (inicio) | Ultramontanos (batalla) |
---|---|---|---|---|
2000 | 1000 | 200 | 1500 | 150 |
El ejército cristiano tenía un tamaño ciertamente respetable, pero el gran número de tropas convocadas por el califa almohade Muhammad an-Nasir (Miramamolín para los cristianos) hacía que pareciera pequeño a su lado. Las cifras mas exactas hablan de un número de poco más de 20.000 efectivos. Una cantidad mucho mayor que la cristiana.
El 16 de Julio al alba, comenzaría el combate con una carga por parte de las tropas cristianas. El choque fue brutal, los miles de soldados almohades intentando descabalgar a los jinetes, que avanzaban bajo una lluvia incesante de flechas por parte de la retaguardia mulsumana. An-Nasir, contraatacó con el groso de su ejército e intentaron rodear a los soldados cristianos gracias a su mayor número de tropas. Cercándose el mediodía en una lucha feroz a campo abierto, las fuerzas cristianas estaban en un punto crítico. Los cadáveres se contaban ya por miles.
Era el momento de dejar paso a la segunda línea cristiana, la cual plantó cara bravamente a las poderosas tropas de andalusíes y regulares almohades. Fue este el episodio mas crítico de la batalla, pues los cristianos estuvieron a punto de ser doblegados, envueltos por sus flancos y rodeados, lo que habría supuesto su perdición total. Sin embargo, en este momento de desesperación fué cuando nos encontramos ante el episodio clave que decantó la balanza de la contienda hacia el lado cristiano.
Ante la desesperada situación, Alfonso VIII avanzó cargando heroicamente con las últimas y mejores tropas de su ejército entre las que se encontraba la caballería pesada capitaneados en 1º linea por Pedro II, Sancho VII y el mismo Alfonso. Esta valentía quedaría en la historia como la carga de los 3 reyes. Era vencer o morir. La carga de los soberanos rompió la compacta línea almohade creando huecos, rápidamente aprovechados por la infantería cristiana para penetrar entre las filas musulmanas. Provocando innumerables bajas entre los almohades, quienes empezaron a darse por vencidos y a iniciar la retirada. Los monarcas prosiguieron su avance imparable hacia el campamento enemigo donde se encontrarían con la guardia negra de An-Nasir, soldados de raza negra que luchaban junto a los musulmanes.
Su estilo de combate se basaba en atarse con cadenas en sus rodillas, y de sus rodillas al suelo o a un poste atado a él. Así simbolizaban su intención de luchar hasta el final. Las cadenas fueron rotas por los hombres de Sancho VII, segando las vidas de quien atadas a ellas estaban. Es por esto que se incorporó el símbolo de las cadenas al escudo de Navarra. An-Nasir tuvo que huir de su tienda roja a toda prisa en desbandada, junto con su ejército a los que los caballeros cristianos en persecución durante varios kilómetros iban dando caza, mientras se ponía el sol. Así consiguió el ejército cristiano una victoria decisiva que cambiaría nuestra historia hasta día de hoy. Aunque no supuso el fin del Imperio almohade, la derrota militar conllevó un significativo declive de los almohades en la península ibérica quedando a merced, derrota tras derrota, del reino emergente en la península hasta su total expulsión tras la toma de Granada en 1492.
Monumento de la batalla
Resultado | Victoria decisiva cristiana | |||
---|---|---|---|---|
Beligerantes | ||||
| ||||
Comandantes | ||||
Fuerzas en combate | ||||
| ||||
Bajas | ||||
|
0 Comentarios